británica; cuando, de repente, comenzó a sonar el Himno Nacional de dicho país.
Mientras tanto, Mr.Obama continuaba hablando sin darse cuenta de lo que estaba sucediendo, ni si quiera cuando la reina le lanzó una mirada fulminante. Cuando terminó de sonar el himno, chocaron las copas y la velada siguió con aparente normalidad.
Tal vez a alguien le venga la memoria aquella canción de los Beatles dirigida a su majestad Isabel II
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